Tanzania

EL PLAN DE MAGRETH

Sacarse una carrera cuando nadie creía que era posible

#Educación

 

En algunas regiones de Tanzania solamente hay un médico por cada 100.000 habitantes, por lo que acceder a la atención sanitaria es complicado para muchas personas. Magreth, quien participó en el programa de apadrinamiento de Plan International cuando era niña, es la primera mujer de su comunidad que estudia medicina.  

"A menudo, cuando la gente ingresa en un hospital, ya se encuentra en una fase avanzada de cáncer o cardiopatía. Si quiero ser una buena médica, tengo que prevenir estas enfermedades". 

Magreth, creció en el Distrito de Kisarawe en la Región Costera de Tanzania y era una niña con una capacidad ilimitada. Desde la escuela primaria, desarrolló un amor por la escritura que descubrió mandándose cartas con su padrino de Plan International en Suecia. A los 11 años, ya contribuía con historias para Watoto Bomba, un libro infantil sobre cómo afrontar desafíos cotidianos. 

En la secundaria, durante un evento de Plan International #GirlsTakeover en el que asumió el poder como gerente de unidad de programa, descubrió que le gustaba liderar. Aunque Magreth tenía muchos talentos, todos se sorprendieron y confundieron cuando, a los 14 años, anunció su intención de convertirse en médica. En una comunidad donde muchas chicas se casan y quedan embarazadas antes de los 16, ninguna mujer había estudiado medicina. ¿Era posible? Su familia tenía miedo de que fuera una pérdida de tiempo.  

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Magreth respondió apuntándose a las asignaturas de física y biología. “Quería demostrarles a todos que estaban equivocados”, dice. “No quería ser una chica más”. Cuando la admitieron en la Universidad de Muhimbili, tuvo que trabajar aún más duro. A las las largas horas de estudio, se añadía el estrés de pagar la matrícula y los libros. A pesar de todo, ella siguió insistiendo. 

En un país donde muchas regiones tienen apenas un médico por cada 100.000 personas, Magreth estaba decidida a mejorar el acceso a la atención médica. "A menudo, cuando la gente ingresa a un hospital, están en etapas avanzadas de cáncer o enfermedades cardíacas", explica. "Pensé que, si quería ser una buena médica, debía prevenir estas enfermedades". 

Además de dirigir el Club de Innovación de Salud Única de la universidad, participó en una iniciativa para traducir información médica del inglés al suajili y publicarla en una web para que las personas que no hablan inglés pudieran acceder proactivamente a información sobre su salud y bienestar. El nombre de este proyecto era Daktari Mkononi: "un médico al alcance de la mano".

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El año pasado, comenzó a trabajar con la Iniciativa de Vacunación COVID-19 de la Unión Africana (bajo los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África) para movilizar a los y las jóvenes a vacunarse. "Los jóvenes se sienten invencibles contra el coronavirus, pero también temen que la vacuna les quite energía y los vuelva infértiles", explica Magreth. "Tenemos que entender su pensamiento para poder abordarlo de una manera que capte su atención".  

Actualmente, a los 27 años, Magreth se encuentra cursando una maestría en salud pública en la Universidad de Dar es Salaam. Las habilidades que desarrolló desde pequeña siguen siendo de gran utilidad para ella. Como líder del capítulo de Tanzania de la Red de Profesionales Jóvenes en Enfermedades Crónicas, utiliza su plataforma para escribir artículos, participar en programas de radio y realizar labores de abogacía sobre una variedad de temas, incluyendo derechos de las mujeres, salud reproductiva, lactancia materna y cuidado infantil. 

Cuando mira hacia atrás, Magreth describe su viaje como "muy, muy difícil", pero le anima ver los avances en su comunidad. Algunas chicas están yendo a la escuela secundaria e incluso a la universidad, lo que era impensable hace una década. Como defensora juvenil de Plan International en Tanzania, Magreth fomenta este camino todos los días, incluso en sus días libres. Los sábados, cuando regresa a casa para socializar con familiares y amigos y cantar en el coro de la iglesia, también lidera talleres de empoderamiento para chicas. Para Magreth, es tiempo bien invertido: "Cuando le das a alguien las herramientas para que luche por sus derechos y sus sueños, también tienen la oportunidad de empoderar a otras personas". 

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“Queremos vernos como líderes de movimientos, activistas, impulsoras del cambio, dirigentes y representantes políticas”

María, España, 24 años

Informe "Equal Power Now: niñas, mujeres jóvenes y participación política"

El nuevo informe elaborado por Plan International a partir de encuestas y entrevistas a casi 29.000 chicas, en 29 países, incluido España, revela que las niñas y las jóvenes afrontan importantes obstáculos cuando quieren participar en acción política:

approved-signal El 96% de las jóvenes considera que participar en política es importante.

approved-signal El 74% de las jóvenes tiene alguna experiencia de participación o compromiso con la política.

approved-signal El 14% de las chicas que aspiran a participar en política se ven a sí mismas presentándose a un cargo político.

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Cómo ha ayudado Plan International

Plan International ha lanzado el proyecto Manteniendo a las Niñas Adolescentes en la Escuela en las regiones de Geita y Kigoma del norte de Tanzania. Este proyecto busca superar las barreras que enfrentan las niñas en su educación, como la resistencia familiar, la falta de instalaciones sanitarias en las escuelas y el matrimonio temprano. Trabajando con el gobierno y organizaciones comunitarias, el proyecto se enfoca en fortalecer los derechos de las niñas y apoyar a las familias para que puedan mantener a sus hijas en la escuela.


EL PLAN DE MAGRETH

  • Acceder a una educación de calidad.
  • Forjar un camino profesional aparentemente imposible.
  • Empoderar a otras personas para hacer lo mismo.

 

EN NÚMEROS

  • Solo una de cada cuatro niñas completa la escuela secundaria.
  • Casi una de cada tres niñas se casa antes de cumplir los 18 años, y una de cada cuatro tiene su primer hijo antes de los 18 años.
  • En el primer año, el proyecto Manteniendo a las Niñas Adolescentes en la Escuela...
  • Ha formado a 362 líderes comunitarias
  • Ha seleccionado a 118 facilitadores comunitarios para enseñar a las niñas sobre su derecho a la educación y la igualdad de género.
  • Ha organizado 118 charlas comunitarias para sensibilizar sobre la importancia de la educación de las niñas.
  • Ha distribuido 236 kits de grupos de ahorro educativo a padres, para ayudar a las familias a desarrollar la capacidad financiera para apoyar la educación de las niñas.

En el segundo año, el proyecto mantiene a las adolescentes en la escuela con iniciativas como grupos de ahorro, que proporcionan uniformes, kits escolares y otros artículos para niñas y apoyo comunitario.

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